Los indicadores que se describen a continuación pueden ayudar a detectar un posible consumo en los adolescentes. Hay que tener en cuenta que la adolescencia es una etapa donde se suelen producir cambios en el carácter y en el comportamiento del menor, y por ello confundirnos a la hora de descartar las variables que vienen a continuación:
- Cambio en las compañías: el grupo de amigos es el indicador más relevante en el consumo de tabaco y cannabis porque es aquí donde comienza el consumo. Como padres hemos de saber con qué clase de amigos se relaciona nuestro hijo y estar alerta si cambia de amigos.
- Desmotivación por las cosas que antes le interesaban: este factor puede confundir mucho porque la adolescencia se caracteriza por eso mismo. Sin embargo, el consumo de cannabis lleva consigo una desmotivación añadida. Solo con este factor es imposible detectar si nuestro hijo consume.
- Ojos rojos y semicerrados: los ojos rojos son característicos del consumo de cannabis, pero los adolescentes utilizan una gran cantidad de excusas para tapar su consumo como por ejemplo: es porque ayer dormí mal, he estudiado mucho, he estado delante del ordenador… Además, utilizan el famoso Vispring que te devuelve el color blanco natural. Sin embargo y muy importante, los ojos semicerrados no los pueden ocultar con nada, con lo que es un factor determinante en el consumo.
- Apetito excesivo por las cosas dulces: este factor se caracteriza por el aumento del apetito y sobre todo por cosas con azúcares.
- Agujeros de pequeños quemazos en la ropa: cuando se quema el costo no lo hace tan rápidamente como el papel, con lo que tiende a caerse todavía encendido y producir pequeños agujeros.
- Bajada en el rendimiento escolar: el consumo de cannabis también lleva asociado un menor rendimiento porque afecta a la memoria a corto plazo y concentración.
- Retardo en las reacciones y va como despistado.
- Encuentras entre sus cosas papel de liar y mecheros.
- Risa floja por cualquier cosa