El desarrollo del lenguaje

 Cómo se desarrolla el lenguaje

A medida que el niño se desarrolla, alcanza una serie de hitos del lenguaje.

Los bebés producen activamente sonidos desde su nacimiento. El propósito de esta comunicación temprana del bebé es atraer la atención de sus cuidadores y otras personas de su entorno. Durante el primer año, las producción de sonidos tiene la siguiente secuencia:

  •    Llanto. Está presente desde su nacimiento y puede ser señal de angustia. Sin embargo, existen diferentes tipos de llanto que pueden indicar cosas distintas.
  •    Gorgojeo. Se produce por primera vez entre el primer  o segundo mes. Es un sonido parecido a «go, go» o «co,co» que se produce normalmente durante la interacción con el cuidador.
  •    Balbuceo. Ocurre durante la mitad del primer año e incluye una sucesión  de combinaciones de vocales y consonantes.
  •   Gestos. Los bebés empiezan a utilizar gestos, para mostrar o señalar algo, aproximadamente entre los 8 y 12 meses. Algunos ejemplos son gestos como mover la mano para decir <adiós>, asentir con la cabeza para decir que sí, mostrar una taza vacía para decir que quiere leche y señalar un gato que llame su atención.

Los bebés sordos, nacidos de padres sordos que utilizan el lenguaje de los signos, balbucean con sus manos y dedos aproximadamente a la misma edad que los niños que oyen. Estas similitudes en la estructura y el tiempo entre el balbuceo manual y vocal indican la presencia de una capacidad de lenguaje unificado que fundamenta el lenguaje de signos.

 Cómo pueden los padres facilitar el desarrollo del lenguaje en sus hijos

 Bebés

Mantén conversaciones activas. Inicia conversaciones con el bebé. Si el bebé está todo el día en la guardería, asegúrate de que obtiene una estimulación adecuada del lenguaje por parte de los adultos.

Habla como si el bebé entendiera lo que le estás diciendo. Los padres pueden crear sus propias conjeturas para dirigirse a sus hijos  como si éstos les comprendieran. El proceso puede durar cuatro o cinco años aproximadamente, pero los niños crecen de forma gradual  hasta alcanzar el modelo de lenguaje presentado por ellos.

Utiliza un estilo de lenguaje con el que te sientas cómodo. No te preocupes  sobre cómo suene para otros adultos  cuando hablas con tu hijo. El efecto y no el contenido, es más importante cuando hablas con el bebé.

 Niños

Lenguaje del bebé Continúa manteniendo una conversación activa. Entablar conversaciones con el niño, incluso conversaciones de un solo sentido, es lo más importante que un padre puede hacer para nutrir al niño lingüísticamente.

Recuerda que debes escuchar. Ya que el habla de los niños es lenta y laboriosa, a menudo los padres tienden a facilitarle palabras y pensamientos. Sé paciente y deja que el niño se exprese solo, no importa cuánto tiempo tarde o la prisa que tú tengas.

Utiliza un estilo de lenguaje con el que te encuentres cómodo, pero ten en cuenta que también debes ampliar las habilidades de lenguaje del niño. Por ejemplo, utilizar frases largas no debe ser problemático. No tengas miedo de usar un lenguaje agramatical para imitar a los niños (como «no comer»). Utiliza rimas. Haz preguntas para incitar respuestas distintas a un solo «sí». Repite, imita y expande las expresiones del niño

 Introduce nuevos temas. Y utiliza el humor en tu conversación.

Adapta las idiosincrasias del  niño en lugar de ir contra ellas. Muchos niños tienen dificultades para para pronunciar palabras  y hacerse comprender. Si es posible  haz que el niño sienta que le entiendes.

Evita los estereotipos sexuales. No dejes que el sexo de tu hijo determine la  cantidad  o el estilo de la conversación. Muchas madres americanas dan más apoyo lingüístico a sus hijas que a sus hijos y muchos padres hablan menos con sus hijos que  las madres. Iniciativas activas y cognitivamente enriquecedoras del padre y de la madre son beneficiosas para los niños y las niñas.

Evita hacer comparaciones normativas. Ten en cuenta la edad en la que tu hijo alcanza hitos específicos (primera palabra, primeras 50 palabras, primera combinación gramatical). Sin embargo, ten cuidado y no compares el desarrollo rígidamente con el de otros niños de vecinos o amigos (cada niño es único para todo). Estas comparaciones sociales pueden provocar una ansiedad innecesaria.