Técnicas de estudio II

Todas estas técnicas te ayudarán a realizar un estudio muy completo y eficaz, con lo que en menos tiempo habrás aprendido mucho más.

La lectura

El objetivo de este artículo es aprender a extraer la información más importante de un texto en el menor tiempo. Para ello hemos de estar seguros de entender lo que leemos por medio de las dos etapas de lectura:

  • Lectura rápida: es una lectura, que como su nombre indica es de forma rápida, que se realiza para entender de qué va el texto y para obtener una idea global del mismo. Durante esta fase, las palabras que desconozcamos las subrayaremos para que al final de la lectura podamos buscarlas en el diccionario.
  • Lectura atenta: se vuelve a leer el texto esta vez sacando conclusiones y formulándote preguntas con el fin de entresacar las ideas básicas, relacionarlas y extraer lo importante.

Cuando leemos, es importante ir separando la idea principal de las ideas secundarias. En cada párrafo suele haber una idea principal que resume lo que nos dice el texto, junto a ésta aparecen los detalles importantes que son frases que apoyan, niegan, completan, etc. a la idea principal.

Existen algunas causas que impiden una buena lectura:

  • Vocalización: consiste en mover los labios, pronunciar las palabras mientras se lee de forma silenciosa. No se trata de leer palabras, sino ideas. Este hábito se puede corregir colocando un lápiz o bolígrafo entre los labios.
  • Repeticiones mentales: consiste en repetir mentalmente las palabras que se leen. Para corregirlo, es necesario leer lo más aprisa que se pueda, de forma que la mente no tenga tiempo de repetir las palabras.
  • Regresiones: consiste en volver frecuentemente hacia atrás para ver de nuevo lo que se ha leído. Para corregirlo, conviene ir tapando con una ficha o cuartilla los renglones de izquierda a derecha conforme vas leyendo.

El subrayado

En el artículo anterior aprendimos a leer de forma rápida y atenta. En el artículo de hoy vamos a aprender a subrayar, lo que significa destacar o resaltar lo más importante de un texto, logrando una síntesis de las ideas principales y secundarias. De este modo se puede facilitar el estudio, ya que recordamos el contenido principal con solo leer lo subrayado.

¿Por qué debemos subrayar?

  • Con un buen subrayado ahorras tiempo y evitas distracciones.
  • Hace el estudio activo ya que exige concentración al tener que separar el contenido principal del secundario.
  • Facilita la comprensión del texto y nos ayuda a su memorización posterior.
  • Ayuda al esquema porque permite sintetizar mejor.

¿Cómo se subraya?

  • Leemos párrafo por párrafo y nos preguntamos qué es lo que el texto intenta decirnos. Qué es lo más importante del texto y qué datos se podrían omitir y seguiría sin alterar su sentido.

¿Cuándo se debe subrayar?

  • Solo se podrá subrayar tras la primera lectura comprensiva del texto, de ahí la importancia del artículo anterior. Se leerá el texto párrafo por párrafo y se extraerá la idea principal del mismo.
  • Se subrayarán las palabras clave y no las frases enteras, fechas y nombres importantes y los conceptos técnicos. Es aconsejable tener otro color para las ideas o palabras que no entendamos y de esta forma poder preguntar o buscar posteriormente en el diccionario. O bien, se puede utilizar un color pero diferentes tipos de trazado.

Errores del subrayado:

  • Es un error muy típico subrayar en la primera lectura del texto.
  • Es muy común ver textos enteros subrayados. Esto muestra que el alumno no ha sabido diferenciar entre las ideas principales y las secundarias.
  • No es conveniente utilizar más de dos colores porque ralentiza el subrayado y porque puede resultar difícil de descifrar después.

El subrayado te obliga a leer con mucha atención un texto para seleccionar las palabras que deben destacarse. Nos exige mucha concentración, pero, a cambio, nos sitúa en una actitud más receptiva, y además nos hace más ameno el estudio.

  •  Deben subrayarse  las palabras y expresiones claves, aquellas que debemos retener para reconstruir las ideas fundamentales.
  •  Puedes subrayar palabras sueltas o frases breves que, al unirlas, tengan algún sentido.
  •  En principio, no subrayes ejemplos o ideas que se repiten.

Cuando encuentres un fragmento de varias líneas que creas necesario resaltar, destácalo de una manera que re llame la atención. También es muy útil escribir en los márgenes algunas palabras que reflejen el contenido de lo que has leído.

Recuerda que el subrayado es un procedimiento para seleccionar una parte del texto, aquel en el que se contiene la información más relevante. De modo que, si lo subrayas prácticamente todo, no cumples el objetivo principal. No se puede decir con precisión qué porcentaje de texto es el que debe seleccionarse, porque unos textos son más densos e incluyen un mayor número de contenidos nuevos, y otros textos, en cambio, repiten las mismas ideas o se detienen más en ejemplos. La cantidad de texto subrayada tendría que ser mayor en el primer caso que en el segundo. A modo de orientación, el subrayado no debería exceder de la tercera parte del texto.

El resumen

Resumir es reducir a términos breves precisos, o considerar tan solo y repetir abreviadamente lo esencial de un asunto o materia. Un resumen es, por tanto, la versión abreviada y fidedigna de un texto, en la que se reproducen sus contenidos principales. El resumen de un texto no debe confundirse nunca con su comentario o interpretación.

Para resumir un texto, se requiere una lectura atenta, a veces varias lecturas, y una valoración detenida de sus contenidos.

tecnicas de estudioCuando resumas un texto breve, en una operación simultánea a la de su lectura, y puesto que todo resumen implica seleccionar sus contenidos, tendrás que subrayar o anotar  aparte la información que juzgues o valores más esencial. Prescinde, pues, del resto de la información que consideres que es de menor importancia.

En la tarea de selección de los contenidos, te ayudará además de tu intuición y capacidad de análisis, tu competencia lingüística. Hacer un buen resumen exige que apliques de modo consciente tus conocimientos de la lengua y tengas en cuenta que hay que mantener la unidad de sentido en el extracto  o síntesis que has hecho del texto, al eliminar ideas secundarias e información accesoria.

A la hora de resumir, ten presente que hay palabras, expresiones y estructuras sintácticas de las que potencialmente se puede prescindir. Te recomendamos la supresión, en la medida de lo posible, de ideas o términos repetidos,  sinónimos, adverbios, incisos o aclaraciones, paráfrasis, digresiones, ejemplos, comparaciones, citas textuales de autores, anécdotas.

Acabada la labor de supresión de todos o de algunos de los procedimientos lingüísticos referidos, ya puedes transcribir del modo más coherente y objetivo posible los contenidos esenciales del texto, separados por un punto y seguido.

El esquema

El esquema de un texto expositivo es un técnica de visualización de las ideas más importantes contenidas en este texto, es, digamos, el esqueleto que nos ayuda a ver y recordar  rápidamente la información que hemos ido seleccionando. Un esquema ha de reflejar los principales núcleos temáticos y la jerarquía entre ellos, mostrando con claridad las ideas principales y secundarias.

Para presentar las ideas de forma esquemática, pueden utilizarse números, letras, guiones, llaves o cualquier otro procedimiento que nos parezca adecuado.

Las fichas

La ficha es una cartulina o papel de tamaño variable que se utiliza para registrar datos o realizar anotaciones con diversos fines. Hay varias  clases de fichas. Las más utilizadas en el ámbito académico son las denominadas fichas bibliográficas y de trabajo.

Las fichas bibliográficas tienen un formato internacional. 75 x 125 mm. Se guardan verticalmente en ficheros, por orden alfabético de  autores, títulos o materias. Los ficheros a su vez pueden  subdividirse en secciones (alfabéticas, de  materias…) las cuales están separadas por fichas de pestaña, cuyos extremos superiores sobresalen por encima de las demás fichas. Así, en un fichero de literatura podemos encontrar secciones de literatura alemana, española, francesa, hispanoamericana,  inglesa, italiana, etc. La consulta del fichero es el paso previo e imprescindible para localizar un autor, una materia o un documento en una biblioteca.

La ficha de trabajo se utiliza para registrar notas o información relacionada fundamentalmente con lecturas, clases o conferencias. El tamaño de su formato es que el de la ficha bibliográfica: 100 x 150 mm. Antes de archivar una ficha de trabajo, en la parte superior derecha debe anotarse el tema de que trata. Si el contenido de la ficha, ya sea  una cita literal, ya un resumen, proceden de un capítulo de un libro o de este en su integridad, hay que reseñar la fuente bibliográfica  en la parte inferior de la ficha. A veces, la información no cabe en una sola ficha de trabajo; en este caso, se pueden acumular las fichas  que sean necesarias siempre numeradas consecutivamente.

Tomar apuntes en clase

Los apuntes que tomas en clase, o en una conferencia o charla, deben reflejar con claridad y precisión las ideas más importantes que se quieren transmitir. Esto es fundamental para utilizarlos en el momento de estudiar.

Si no comprendes algo de lo que se está diciendo, no dudes en preguntar. En el caso de que no sea oportuno interrumpir la exposición,  espera al final de la clase o aguarda el momento más adecuado, pero  no te quedes sin aclarar las dudas. Una clase bien seguida y entendida facilita mucho el estudio posterior del tema.

Es muy importante escuchar con atención y tratar de comprender lo mejor posible los contenidos que se están exponiendo.  Se trata de no perder el hilo e ir siguiendo los  pasos de la exposición o argumentación. Para ello es necesario que tengamos una actitud receptiva hacia aquello que escuchamos.

Evita tomar apuntes de forma mecánica, recuerda que es fundamental enterarte de lo que escribes.

Hay que saber seleccionar las ideas principales, aquellas que permiten comprender lo anterior y posterior de lo que se está diciendo. A menudo, sobre todo en una exposición oral, se insiste en estas ideas repitiendo lo mismo con otras palabras. Las ideas principales suelen acompañarse también con una entonación más fuerte. Estate atento a los cambios en la voz.

Anota también los ejemplos, esquemas o gráficos, pues casi siempre  sirven para ayudar a aclarar la cuestión que se trata.

Presta especial atención a los resúmenes  o conclusiones que el profesor hace de lo que está explicando, y que suelen introducirse con  expresiones como en definitiva, por lo tanto, en resumen… Las palabras con las que se pone fin a un tema pueden reflejar una panorámica muy útil del mismo.

Cuando estés escribiendo, conviene dejar a derecha e izquierda, arriba y abajo, y no juntar demasiado las líneas. Estos espacios en blanco te permitirán después completar o aclarar algún dato. Los espacios en blanco en el margen inferior pueden ser muy útiles para poner notas a pies de página, importantes para añadir más información o para hacer aclaraciones.

Al  tener que escribir deprisa, es previsible que la caligrafía salga peor, pero procura que sea lo suficientemente legible. A veces, incluso tendrás que pasar los apuntes a limpio pero esto lleva tiempo y no siempre es rentable.

Por último, es muy importante tener los apuntes ordenados. No mezcles contenidos de distintos temas, ni mucho menos de materias distintas. Si utilizas cuadernos, es conveniente que cada materia esté en un cuaderno distinto. Si por el contrario lo haces en hojas sueltas, numéralas y guárdalas en carpetas. Pega en cada carpeta una etiqueta que identifique con total claridad el nombre de la materia y el curso.