Al igual que la paternidad, la educación es una dimensión extremadamente importante dentro de la vida de los niños. Cuando pensamos en educación, solemos asociarla con la escuela. Sin embargo, la educación puede llevarse a cabo en contextos diferentes. Los niños aprenden de sus padres, de sus hermanos, de sus iguales, de los libros, de ver la televisión y del ordenador. Existen un acuerdo en mejorar la educación que reciben nuestros hijos y por ello nos cuestionados una serie de preguntas. Nos gustaría poder contestarlas todas en este blog.

A muchos de los padres les preocupa el hecho de pasar poco tiempo con sus hijos porque en la mayoría de casos, o bien trabajan ambos progenitores o son familias monoparentales debido al incremento en el número de divorcios. Los padres quieren que sus hijos crezcan y se conviertan en individuos socialmente maduros, pero a menudo se preguntan si este objetivo lo han alcanzado o no, puesto que indudablemente, ser buenos padres requiere de un tiempo considerable, pero dada la situación de la sociedad actual, es un tiempo del que no se dispone. Es un error frecuentemente cometido por parte de los padres, intentar comprar el amor de sus hijos con bienes materiales, puesto que intentan compensar el tiempo que no han pasado con ellos.

Sin embargo, la mayoría de las necesidades de los niños es un entorno cálido, positivo, seguro y estimulante que les ayude a sentirse seguros y alcanzar todo su potencial como seres humanos. Los niños necesitan un entorno estimulante y esto está científicamente demostrado en un experimento, en el que compararon el desarrollo neuronal de dos grupos, uno en un entorno empobrecido y el otro grupo en un entorno rico en estímulos y fue estadísticamente significativo. Además de todo lo hablado anteriormente, los niños necesitan amor ya que aprenden a amar cuando son amados y no tanto un tiempo en cantidad sino más bien de calidad.