¿Qué puedo hacer para relajar y ayudar a dormir a mi bebé? En este artículo daremos unos consejos sencillos para ayudar a conciliar el sueño a bebés de a partir de 5 meses, cuando ya empiezan a coger pautas en su horario y están molestos por la dentición. Antes de esa edad sería poco recomendable puesto que comen cada 3 horas máximo.

• Masajes al bebé: Antes de irte a dormir, pon al bebé en la cama y siéntate rodeándolo con tus piernas, para que de este modo tengas acceso a él. Le puedes masajear la tripita con ambas manos como si fuera un trozo de masa de bizcocho, pero siempre muy suave. De la misma manera puedes continuar por las piernas y los brazos siguiendo el mismo procedimiento. Si deseas masajear la cara o la cabeza hazlo con un par de dedos y con las uñas cortadas, ya que se puede mover y puede haber peligro de arañazo.
• Música relajante: puede ser de varios tipos, si tienes un juguete que has asociado a dormir porque está próximo a su cama puedes hacerlo sonar. También le puedes poner a tu bebé música clásica para dormir o si te apetece puedes cantarle. Si le cantas siempre la misma canción de cuna en el momento de dormirlo, lo asociará en un futuro a dormir y puede que se duerma antes.
• Respiraciones profundas: mientras estás siguiendo los pasos anteriores puedes ir diciéndole al bebé que respire profundamente al mismo tiempo que lo vas haciendo tú con él. De este modo fomentas la empatía, ya que el bebé siente lo que tú sientes, con lo que si estás relajado o relajada él también se relajará.

Una vez tienes a tu bebé en una postura cómoda para que se quede dormido, puedes acariciarle la cabecita por detrás de la oreja diciéndole frases como: “mamá y papá están aquí contigo”, “toda la familia te quiere”, las veces que desees para que una vez solo dejes la caricia se quede el texto asociado. Puedes utilizar la frase que quieras pero siempre en positivo e incluyendo a todos los miembros de la familia. Sería peor por ejemplo decir: “mamá te quiere”, ya que dejas excluido a papá. Tampoco es correcto decir “no te preocupes, no pasa nada”, ya que el cerebro tiene que invertir esfuerzo en procesar la negación. A la larga, estas frases serán textos ancla con los que el niño se sentirá seguro por eso es importante que sean positivas y que estén los miembros de la familia importantes.

Carolina González