¿Cómo evitar las peleas?

Para ver el vídeo pulse aquí. A menudo en las familias surge una discusión o pelea entre hermanos y los padres no saben cómo reaccionar ante ellas o reaccionan de forma irascible. Pero es normal que existan conflictos y desacuerdos, porque dentro de la familia hay personas que piensan de una forma y otros de otra.

Hay que tener en cuenta que para pelear hacen falta dos personas y que si uno de ellos no responde a las provocaciones del otro no habrá pelea. Esto es muy importante que lo sepan los niños para evitar las peleas entre hermanos e incluso de alguno de nuestros hijos con otro niño del colegio. Los padres tiene mucho que decir, por eso te recomendamos el artículo cuando una madre dice que su hijo pega para defenderse. También puede interesarnos, qué hacer si mi hijo pega o es pegado.

Esta sencilla explicación radica en una técnica conocida como extinción y se basa en que si una persona tiene una conducta pero no recibe respuesta, al cabo del tiempo dejará de realizar esa conducta. Por ello, la extinción se produce cuando se ignora el comportamiento indeseado y debe aplicarse siempre que se produzca, ya que de lo contrario se potencia la conducta desagradable y se produce un efecto contrario al deseado. Por ejemplo, hay que evitar prestar atención a la rabieta de nuestro hijo cuando quiere que le compremos algo innecesario, o cuando no quiera comerse las verduras.

Además, sería conveniente hablar con nuestro hijo identificando sentimientos de forma abierta al mismo tiempo que se hace más fácil que él quiera expresar sus sentimientos. Por ejemplo, me parece que estás disgustado y querría saber por qué. Es importante detectar las emociones del niño como por ejemplo disgustado, frustrado, enfadado, triste, irascible, etc. El resultado de esta comunicación es empatizar con nuestro hijo y lograr entenderle mejor.

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En definitiva, se trata de encontrar la forma adecuada de responder ante situaciones problemáticas. Nosotros como adultos debemos de ver las provocaciones de los niños (como por ejemplo cuando nos dicen que no quieren comerse la verdura o cuando no quieren irse a la cama) y debemos de buscar la forma de pactar con ellos sin llegar a entrar en el conflicto. Ante todo, debemos tener paciencia y si es una situación que se repite mucho, tomarlo con calma sin llegar a un estado de ansiedad.


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Carolina González.

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