Pesadillas y terrores nocturnos

pesadillas¿Cuál es la diferencia entre pesadillas y terrores nocturnos? En este post vamos a diferenciar lo que son terrores nocturnos de las pesadillas comunes para saber cómo actuar en cada situación. Es muy común que los niños de entre 3 y 6 años presenten alguna de las dos formas de sueño. Hasta los 5 años, es muy normal que los padres tengan que tranquilizar a los pequeños, pues no entenderán que se trata solo de un mal sueño y que no era real. Si se despierta llorando, tranquilízalo, explícale que se trata de un sueño y quédate a su lado hasta que se vuelva a dormir.

¿Qué son las pesadillas?

Las pesadillas son sueños largos y elaborados, normalmente amenazantes que despiertan al niño, con un contenido variado pero siempre de miedo y ansiedad. El episodio termina cuando el niño se despierta, costándole esfuerzo volver a conciliar el sueño. Suelen ocurrir más frecuentemente cerca del despertar en la mañana que al irse a dormir. Si ocurren con demasiada frecuencia puede significar que está teniendo estrés durante el día.

¿Qué son los terrores nocturnos?

Los terrores nocturnos están caracterizados por una excitación repentina durante el sueño y un miedo intenso acompañados de numerosas reacciones fisiológicas como aumento del ritmo cardíaco y respiración, fuertes gritos, agitación motora, entre otros.

¿En qué se diferencian?

Pesadillas Terrores Nocturnos
Se recuerdan con frecuencia No se acuerdan para nada del episodio
El niño está dormido en un sueño ligero, sueño REM Parece despierto pero su sueño es muy profundo, sueño No REM.
El niño se da cuenta de tu presencia al despertarse y se tranquiliza El niño parece no darse cuenta de que estás ahí, puede incluso querer apartarte o agitarse todavía más.
Le cuesta conciliar el sueño de nuevo No le cuesta conciliar el sueño de nuevo.
Durante la pesadilla no hay movimientos ni verbalizaciones, si aparece será al final. Presenta una gran activación motora, gritos y una intensa agitación.
Se inicia de los 3 a 6 años Se inicia de los 4 a 12 años.
Suelen remitir con la edad. Desaparecen con el tiempo y no necesitan tratamiento farmacológico.

¿Cómo deben actuar los padres en caso de pesadillas?

  • Se debe siempre calmar al niño después de haber tenido la pesadilla, por tanto debemos acudir al dormitorio del niño y tranquilizarlo escuchando la pesadilla.
  • Se puede valorar el hecho de dormir con los padres si el niño es muy pequeño y si la pesadilla ha salido muy fuerte. Está en la mano de los padres tomar esa decisión.
  • Se puede dejar una luz floja encendida hasta acabar la noche.
  • No hace falta darle demasiadas explicaciones sobre la realidad o no de los monstruos o del contenido de la pesadilla. Se pretende que el niño se vuelva a dormir lo más rápidamente posible y no es necesario alertar al niño con nuestras explicaciones sobre la imaginación, la realidad y otros conceptos abstractos.
  • Utiliza una voz tranquilay trata también de mantener la calma. Si nosotros estamos tranquilos él también lo estará.
  • Al día siguiente se puede volver a hablar de la pesadilla en un ambiente relajado y averiguar sus preocupaciones.

¿Cómo deben actuar los padres con los terrores nocturnos?

  •  No hay que hablarle ni despertarle, pues recordemos que está completamente dormido.
  • Esperar a que pase el episodio, pero con nuestra supervisión. De este modo el niño no podrá hacerse daño.
  • Valorar si existe problemas en la escuela o el otros ámbitos.
  • Se puede enseñar al niño a relajarse antes de dormir.