Buenos días, me gustaría realizar una pregunta. Soy una madre a tiempo completo, puesto que mi marido pasa muchos días fuera de casa, con lo que educo a mi hija sola. No me hace caso y le castigo a «que se siente en el sofá, no verá la televisión, no irá al parque, o incluso le he dado alguna palmada». Mi esposo no está de acuerdo en estos tipos de castigo pero él no está en casa y cuando está no le pone límites ya que le consiente TODO lo que la niña quiere. ¿Cuál sería la forma más adecuada, para «castigar a un niño»?? Gracias.
Buenos días, primero nos gustaría felicitarte por tus diferentes roles de madre, ama de casa y trabajadora. Entendemos lo que significa criar a una niña sola, lo que requiere de mucho esfuerzo por tu parte. De entrada vemos dos problemas, uno referente a los tipos de castigos y otro con respecto a las normas del hogar esté o no el padre de la niña.
Existen dos formas de castigar: La primera consiste en dar un estímulo desagradable y la segunda en quitar un estímulo agradable (Hemos de asegurarnos primero de buscar aquellas cosas que más desee la niña). Se llaman «positivos» o «negativos» según añadan o eliminen algo (sin mostrar por ello un juicio de valor)
- Castigo «positivo»: intenta disminuir una determinada respuesta que no es adecuada a través de una consecuencia desagradable. Por ejemplo, cuando gritas o le das una palmada.
- Castigo «negativo»: (o coste de respuesta): disminuye la conducta no adecuada a través de suprimir una conducta agradable. Por ejemplo, ya no vas al parque o no ves la tele.
Queremos indicar, que desde Psicativa desaprobamos los castigos físicos y los psicológicos como herramienta de educación de los niños. Existen otras técnicas de educación de los niños más recomendables, como el refuerzo y los premios por conductas realizadas correctamente.
¿Qué debemos tener en cuenta para que el castigo a nuestro hijo sea eficaz y apropiado?
- Intensidad: debemos castigarle proporcionadamente a la conducta incorrecta. Por ejemplo, por una mala contestación no es proporcionado dejarle sin ir toda la tarde al parque. Si le castigamos desproporcionadamente, el niño lo entenderá como inapropiado e injusto y no tendrá el efecto deseado.
- Tipo de conductas: debemos saber que a ciertas edades hay conductas que no podemos corregir. Debemos tener en cuenta el momento evolutivo del niño y no podemos exigirles cosas que no pueden comprender o realizar.
- Inmediatez: el castigo debe ser aplicado inmediatamente de la conducta a corregir ya que, a medida que aumenta el tiempo, va perdiendo su eficacia.
- El aviso: no está mal avisar de las consecuencias que va a tener si continua realizando la conducta a corregir. Sin embargo, algunas veces creemos que podemos educar en base a amenazas y no es así. Las amenazas que no se cumplen están completamente contraindicadas porque el niño aprende que puede continuar haciendo lo que quiera ya que nunca se va a llegar a cumplir el castigo anunciado, es decir sus conductas nunca tendrán consecuencias. Hay que ser flexible pero sin caer en estos errores.
- Tipo de castigo: el castigo aplicado, tanto el «positivo» como el «negativo», tiene que tener significado para el niño, es decir, ha de ser algo que valore pero sin tratar de fastidiarle. Por ejemplo, nunca castigaremos con hacer los deberes ya que entenderá que el colegio es un sufrimiento y empezará ir mal en los estudios. Tampoco es aconsejable decirle: «castigado y a tu habitación a dormir», porque podrá tener pesadillas o a no querer estar en su habitación o a dormir mal. Para ver el vídeo pulse aquí.
Lo mejor sería utilizar castigo conjuntamente con refuerzos sobre la conducta deseada. Por favor, evitad el castigo físico o psicológico porque no educa, es una forma de maltrato infantil. Es una forma incorrecta de conseguir lo que quieres a base de violencia. El amor es esencial a la hora de castigar a un niño. También puedes leer lo que se debe y no se debe decir a un niño.
Por otro lado, está la conducta de tu marido, la cual quiere estar los 12 días enteros con ella y que no existan las normas, dejándote a ti el papel del «poli malo». Lo más recomendable es hablar con él y hacer explícitas las normas, tanto las implícitas como las explícitas para asegurarse de que se cumplan por parte de los dos. El hecho de pasar poco tiempo en casa no implica desobedecer las normas, no tiene nada que ver. Que disfrute al máximo de su niña pero siempre con las normas. El tiempo que pase con ella ha de ser de calidad, no importa si pasa mucho o poco tiempo. También puedes leer: la necesidad de poner normas.
- Normas explícitas: son las formuladas de forma elaborada por todos los miembros de la familia. Por ejemplo, mamá hace la cena, papá friega los platos y el niño pone la mesa.
- Normas implícitas: son las normas que se establecen a pesar de no haber hablado de ello. Por ejemplo, se saluda a los conocidos con un «buenos días».