Depresión post parto

Hola, estoy embarazada y he oído hablar de la depresión post parto. Me gustaría saber qué es y con cuánta frecuencia se da. Gracias. 
Podemos clasificar los trastornos más comunes en:

  • Estrés postparto o estado de ansiedad. Se desarrolla en al menos el 1% de las recién paridas, y suele ocurrir en las primeras 48 horas, sobre todo en partos dificultosos o traumáticos. Se caracteriza por nerviosismo, insomnio y presencia de imágenes recurrentes acerca de la experiencia traumática. No precisan tratamientos.       farmacológicos y se beneficia de apoyo psicológico.
  • Estado de tristeza postparto. Suele ser muy frecuente, afecta cerca del 80% de las puérperas. Se caracteriza por un sentimiento de tristeza leve que puede tener su origen en la soledad en que se ve la pacientedepresion postparto para afrontar la nueva carga que supone la maternidad. Suele debutar en el tercer o cuarto día postparto, coincidiendo con el abandono del hospital. Su intensidad suele ser predictivo de la depresión postparto. No precisa tratamiento farmacológico. Puede ser beneficioso apoyo psicológico.
  • Depresión postparto. Entre un 60 y 80% de las mujeres la pueden presentar. Suele iniciarse a partir de las cuatro o seis semanas del puerperio. Suelen ser trastornos mentales secundarios, aunque en algunos casos sin antecedentes familiares de trastornos psicóticos pueden suponer el debut de una esquizofrenia. Se asocian a complicaciones del parto: toxemias, presentación es anómalas del feto, defectos de la placenta, aunque sus causas suelen ser multifactoriales: cambios hormonales (estrógenos y progesterona), factores familiares, factores sociales… Un tercio de estas mujeres, presentarán cuadros similares en futuros embarazos. El tratamiento  se basa en el apoyo psicológico y en la administración de fármacos, siendo de                             elección los antidepresivos tricíclicos (amitriptilina, nortriptilina…), que no se excretan en la leche, se recomienda utilizar a dosis bajas.
  • Psicosis postparto. Tiene una prevalencia del 0,2%, es un trastorno maníaco  psicótico, que se desarrolla fundamentalmente en mujeres con historia psiquiátrica previa. Suele aparecer entre la primera y la tercera semana postparto de forma aguda o subaguda. En su etiopatogenia, se consideran factores hereditarios y             constitucionales, incluyéndose problemas de adaptación al entorno y factores orgánicos como el agotamiento físico y psíquico tras un embarazo o parto dificultoso. Suelen ser trastornos mentales secundarios, aunque en algunos casos sin antecedentes familiares de trastornos psicóticos pueden suponer el debut de una                       esquizofrenia. Se suele manifestar en forma esquizofrenia, pero domina el componente depresivo que puede evolucionar a un cuadro melancólico, maníaco,   esquizofrenia y delirio. Las madres que tratadas con neurolépticos, deben saber que no pueden dar lactancia materna.

Tipos de castigos

Buenos días, me gustaría realizar una pregunta. Soy una madre a tiempo completo, puesto que mi marido pasa muchos días fuera de casa, con lo que educo a mi hija sola. No me hace caso y le castigo a «que se siente en el sofá, no verá la televisión, no irá al parque, o incluso le he dado alguna palmada». Mi esposo no está de acuerdo en estos tipos de castigo pero él no está en casa y cuando está no le pone límites ya que le consiente TODO lo que la niña quiere. ¿Cuál sería la forma más adecuada, para «castigar a un niño»?? Gracias.

Buenos días, primero nos gustaría felicitarte por tus diferentes roles de madre, ama de casa y trabajadora. Entendemos lo que significa criar a una niña sola, lo que requiere de mucho esfuerzo por tu parte. De entrada vemos dos problemas, uno referente a los tipos de castigos y otro con respecto a las normas del hogar esté o no el padre de la niña.

Existen dos formas de castigar: La primera consiste en dar un estímulo desagradable y la segunda en quitar un estímulo agradable (Hemos de asegurarnos primero de buscar aquellas cosas que más desee la niña). Se llaman «positivos» o «negativos» según añadan o eliminen algo (sin mostrar por ello un juicio de valor)

  • Castigo «positivo»: intenta disminuir una determinada respuesta que no es adecuada a través de una consecuencia desagradable. Por ejemplo, cuando gritas o le das una palmada.
  • Castigo «negativo»: (o coste de respuesta): disminuye la conducta no adecuada a través de suprimir una conducta agradable. Por ejemplo, ya no vas al parque o no ves la tele.

Queremos indicar, que desde Psicativa desaprobamos los castigos físicos y los psicológicos como herramienta de educación de los niños. Existen otras técnicas de educación de los niños más recomendables, como el refuerzo y los premios por conductas realizadas correctamente.

¿Qué debemos tener en cuenta para que el castigo a nuestro hijo sea eficaz y apropiado?

  • Intensidad: debemos castigarle proporcionadamente a la conducta incorrecta. Por ejemplo, por una mala contestación no es proporcionado dejarle sin ir toda la tarde al parque. Si le castigamos desproporcionadamente, el niño lo entenderá como inapropiado e injusto y no tendrá el efecto deseado.
  • Tipo de conductas: debemos saber que a ciertas edades hay conductas que no podemos corregir. Debemos tener en cuenta el momento evolutivo del niño y no podemos exigirles cosas que no pueden comprender o realizar.
  • Inmediatez: el castigo debe ser aplicado inmediatamente de la conducta a corregir ya que, a medida que aumenta el tiempo, va perdiendo su eficacia.
  • El aviso: no está mal avisar de las consecuencias que va a tener si continua realizando la conducta a corregir. Sin embargo, algunas veces creemos que podemos educar en base a amenazas y no es así. Las amenazas que no se cumplen están completamente contraindicadas porque el niño aprende que puede continuar haciendo lo que quiera ya que nunca se va a llegar a cumplir el castigo anunciado, es decir sus conductas nunca tendrán consecuencias. Hay que ser flexible pero sin caer en estos errores.
  • Tipo de castigo: el castigo aplicado, tanto el «positivo» como el «negativo», tiene que tener significado para el niño, es decir, ha de ser algo que valore pero sin tratar de fastidiarle. Por ejemplo, nunca castigaremos con hacer los deberes ya que entenderá que el colegio es un sufrimiento y empezará ir mal en los estudios. Tampoco es aconsejable decirle: «castigado y a tu habitación a dormir», porque podrá tener pesadillas o a no querer estar en su habitación o a dormir mal. Para ver el vídeo pulse aquí.

Lo mejor sería utilizar castigo conjuntamente con refuerzos sobre la conducta deseada. Por favor, evitad el castigo físico o psicológico porque no educa, es una forma de maltrato infantil. Es una forma incorrecta de conseguir lo que quieres a base de violencia. El amor es esencial a la hora de castigar a un niño. También puedes leer lo que se debe y no se debe decir a un niño. 

Por otro lado, está la conducta de tu marido, la cual quiere estar los 12 días enteros con ella y que no existan las normas, dejándote a ti el papel del «poli malo». Lo más recomendable es hablar con él y hacer explícitas las normas, tanto las implícitas como las explícitas para asegurarse de que se cumplan por parte de los dos. El hecho de pasar poco tiempo en casa no implica desobedecer las normas, no tiene nada que ver. Que disfrute al máximo de su niña pero siempre con las normas. El tiempo que pase con ella ha de ser de calidad, no importa si pasa mucho o poco tiempo. También puedes leer: la necesidad de poner normas.

  • Normas explícitas: son las formuladas de forma elaborada por todos los miembros de la familia. Por ejemplo, mamá hace la cena, papá friega los platos y el niño pone la mesa.
  • Normas implícitas: son las normas que se establecen a pesar de no haber hablado de ello. Por ejemplo, se saluda a los conocidos con un «buenos días».